Queridísima Gabriela
- Nobi
- 24 jul
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por Nobi
Queridísima Gabriela:
Te hablo desde el año 2025 y se cumplen 80 años desde que ganaste el Nobel, ¿puedes creerlo? Aunque creo que es aún más increíble el hecho de que, 80 años después, sigues siendo la única mujer latinoamericana en ganar un Nobel.
Sé que te gustaba mucho la correspondencia y – quizás para tu congoja y furia – he podido leer muchas de tus cartas, especialmente las que fueron donadas por la sobrina de tu pareja y albacea Doris Dana a la biblioteca nacional el año 2007. No sé si alguna vez esperaste que esas cartas llegasen a ser de dominio público, considerando que tu destruiste todas las cartas que Doris te mandó, quizás para evitar que las leyeran.
Si, puede ser un poco vergonzoso que lean tus misivas privadas, pero como una persona parte de la comunidad LGBTQIA+ (no creo que sepas lo que significa, pero es la comunidad que reúne a todas las orientaciones e identidades sexuales distintas), me ha tocado el alma saber que una persona tan brillante y adelantada a su época, también era uno de nosotros, parte de las diversidades sexuales, a pesar de que durante años los académicos han querido reclamarte como un icono heterosexual y religioso diciendo muchas cosas, como que no quieren que tu obra sea opacada por tu vida privada.
Yo me pregunto, ¿cómo es posible que la obra extensa de Gabriela Mistral sea opacada por algo como eso? ¿no piensas tú que es un poco ridículo? Las personas somos seres multifacéticos. Tu mas que nadie. Fuiste profesora, poetisa, diplomática, periodista, defensora de los derechos humanos, y también fuiste un humano más. Saber que tuviste una pareja mujer no es motivo en absoluto para la censura si no para celebrar la riqueza diversa que compuso tu carácter tan incomprendido en su época en nuestro país.
Las cosas estaban un poco mejor en ese sentido, de hecho, este año se cumplen 4 años desde que las personas del mismo sexo pueden casarse en el país, pero lamentablemente en el último tiempo ha habido muchos retrocesos. Puede que lo que te diga te suene algo familiar, pero vivimos una pandemia, actualmente estamos en momentos de desigualdad económica e inflación, de capitalismo desenfrenado, de individualismo acérrimo y eso solo brinda campo fértil para los fascismos, para la restricción de las libertades, para el populismo, cosas que tú también viviste en tu época.
Hablaste en tus discursos sobre como obtuvimos la Democracia de manera abrupta; nos cayó en las manos antes de que supiéramos que hacer con ella y el proceso fue aun mas entorpecido por la dictadura que tuvimos, que mutiló por la fuerza las causas sociales, educacionales, ideológicas y políticas incluyendo tu tan anhelada reforma agraria, en la que creíste como mujer rural de la cuarta región que no olvidó sus raíces. En tu época eran los latifundistas; ahora se llaman distinto, pero es más de lo mismo. Son neoliberales, que se aprovechan de las necesidades de las personas y destruyen la fauna y flora que describiste fervientemente en tus poemas.
¡Los ricos se toman el poder! ¡Otra vez, que sorpresa!
Hay tantas cosas que me gustaría contarte. Te mueres de nuevo al escuchar como las nuevas tecnologías se están usando para desconectar al ser humano del aprender y el conocimiento, pero también como ha avanzado la educación en comparación a tu época. Las mujeres tienen igualdad de acceso a los colegios y universidades y no solo en colegios de niñas, ¡colegios mixtos es la normalidad ahora!
Sé que esta carta es un poco oscura así que quiero cerrar con un poco de esperanza para que no te me ahogues en amarguras.
Seguimos luchando. Escuchamos y aprendemos de tu conflagración y seguimos haciendo ruido en todos los espacios. Hay gente revolucionaria y despierta en este mundo, aunque a veces sus voces sean ahogadas por la homogénea y monótona mayoría, así que, aunque las cosas se vean que van para peor, gracias a la globalización (tu y Doris hubieran amado los mensajes de texto y las videollamadas) podemos ponernos en contacto y encontrarnos con almas afines sin importar lo lejos que estén; compartir ideas y apoyarnos en el camino de la resistencia.
Espero que te encuentres bien y estoy segura de que te encontraste a tu amada Doris y tu querido Yin Yin en el en el mas allá, así que mándales saludos de mi parte. Muchas gracias por todo tu trabajo como intelectual chilena, seguiremos tus pasos y estamos orgullosos de ti.
Nobi.
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