De camino a su tercera cita, vieron un cartel que decía: "Se buscan donaciones de calcetines usados en buen estado".
- John Sheirer
- 16 abr
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por John Sheirer
—¿Te lo imaginas?—preguntó desde el otro lado de la mesa del restaurante.
—¿Calcetines de segunda mano?—, respondió. —¡No!
—Han estado en los pies de la gente— continuó. —En sus pies.
Ella se estremeció. —Pies. Qué asco.
Él asintió en señal de acuerdo.
Ella reflexionó y luego dijo: —No creo que jamás haya tocado los pies de otro ser humano.
—Igual —respondió—Y nadie me ha tocado jamás.
—Lo mismo digo—dijo ella.
Se quedaron en silencio por un momento.
—Me pregunto…—comenzó.
Ella se quitó un zapato. Él hizo lo mismo. Ninguno llevaba calcetines. Cada uno levantó un pie descalzo y lo puso en el regazo del otro.
Segundos después, pidieron la cuenta y se saltaron el postre.
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